No puedo creer la alegría tan grande que hoy he experimentado.
Encontré por casa una cosa muy especial.
Uno de mis tesoros más preciados de mi infancia:
la revista con la que crecí de pequeño y amenizaba mis días de verano en mi segunda casa: Argentina.
No me acordaba de ella,
han vuelto tantísimos recuerdos de repente...
Horas y horas sentado en la calle, en una silla de mimbre bajo el sol caluroso.
Recuerdo como después de devorar tira tras tira
me sentaba a dibujar en la mesa,
he intentaba reproducir a Condorito
bajo la atenta mirada de mi abuela.
De hecho,
puede que ahí empezara todo lo que soy hoy en día.
Me veo antes, cuando era pequeño, y me veo ahora
y pienso que realmente lo único que haya cambiado
es que he crecido un poco.
Creo que voy a empezar a desempolvar las colecciones de clásicos como Mortadelo y Filemón, Pepe Gotera y Otilio,
13 Rue del Percebe, Goomer, Lucky Luke, Astérix y Obelix, Mafalda, Popeye, Zipi y Zape, Snoopy, Super López
y todos los tebeos que me acompañaron de pequeño.
Quizás necesite volver a sentir a ese niño que llevo dentro
y notar como se me escapa de nuevo esa sonrisilla infantilona
:)